Información General | 4 jun 2024
A 178 años de la batalla de Punta Quebracho, la soberanía argentina sigue amenazada
Un día como hoy, pero de 1846, se conmemora la batalla de Punta Quebracho (Santa Fe) donde las fuerzas de la Confederación argentina enfrentaron un nuevo intento de injerencia de la armada inglesa y francesa sobre territorio nacional mediante el intento de apropiación de la cuenca del Paraná (intereses que hoy están en el horizonte de EEUU).
Previamente, el 20 de noviembre de 1845, ocurrió la batalla de Vuelta de Obligado; y el 16 de enero de 1846 la segunda batalla de San Lorenzo. Todos estos enfrentamientos estuvieron enmarcados dentro de la Guerra del Paraná en la cual Francia y Gran Bretaña no sólo pretendían mantener el control comercial sino impedir el control territorial por parte de la confederación.
A 178 años de la batalla de Punta Quebracho, la conmemoración permanece vigente pero no sólo como un acontecimiento en el calendario de la historia nacional sino como impulso de la lucha por nuestra soberanía. En su momento la resistencia frente a las incursiones extranjeras le valieron a Juan Manuel de Rosas el reconocimiento y obsequio del sable de José de San Martín por parte del propio libertador.
Hoy la disputa por la soberanía sigue vigente y enfrenta un nuevo capítulo con Javier Milei en la presidencia y el desembarco, en esta ocasión, del Ejército de Estados Unidos (EEUU) que pretende velar por los intereses de las empresas estadounidenses en la región y avanzar sobre nuestros recursos naturales.
El acta acuerdo con EEUU se alcanzó el 7 de marzo de este año, luego de que el 30 de noviembre de 2023 se firmara un memorándum de entendimiento sobre el río Paraná entre el Comando del Ejército de EEUU y la Administración General de Puertos argentina.
La firma implica políticas de control de inundaciones y gestión de recursos hídricos; políticas públicas hídricas, gestión de cuencas hidrográficas; preservación de ambientes fluviales, humedales y evaluación del hábitat; sedimentación y dragado; expansión de canales de navegación, puertos, ampliación y profundizaciones; y capacidad para “diseñar ecosistemas” y compromisos de investigación y desarrollo.
La Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (AAAA) y el Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial (CAJE) tuvieron acceso al memorándum y advirtieron que un proyecto de aprovechamiento técnico hidroeléctrico sustentable en un río de llanura implica el riesgo de represar el río Paraná, desconociendo la legislación y la constitución de Entre Ríos.
Al mismo tiempo advirtieron que “la injerencia de actores externos en nuestro territorio solo fomenta un mayor extractivismo y una mayor primarización de la economía, lo cual afecta al sistema de humedales que componen la cuenca del Paraná”.
ATE y la CTA-A vienen reclamando que el desarrollo debe estar basado en la soberanía, el trabajo digno y la producción sustentable, con protagonismo de la clase trabajadora organizada. Por eso hace años que se reclama la construcción del canal de Magdalena para reafirmar la soberanía fluvial, marítima, lacustre y de aguas subterráneas.
La obra permitirá que para acceder al sur argentino ya no se deba pasar por Montevideo, abaratando de esta manera el costo de vida de millones de personas que viven al sur del puerto de La Plata ya que las mercancías se trasladarían por agua y representaría un menor costo.