Nacionales | 20 feb 2020
Ya está disponible el cronograma del Encuentro Nacional de Jóvenes 2020
Se llevará a cabo del 22 al 25 de Febrero en Burzaco, con el objetivo de debatir la actual coyuntura regional y nacional.
La propuesta de este nuevo Encuentro Nacional de Jóvenes de ATE no es un hecho aislado, es un hecho político que se enmarca y pretende continuar las líneas estratégicas establecidas por el Encuentro Nacional de Jóvenes Dirigentes de ATE, realizado en Diciembre de 2015 en la ciudad de Mercedes, Provincia de Buenos Aires.
Sin lugar a dudas, la coyuntura a nivel regional y nacional ha cambiado, y eso merece el debate político-sindical de la juventud que protagoniza esos procesos de cambio.
América Latina ha sido sacudida, durante este último tiempo, por diferentes escenarios que han puesto en cuestión el modelo neoliberal: Haití, Ecuador, Venezuela, Cuba y Chile en su más reciente expresión, con la #RevoluciónDeLos30Pesos y el grito de #ChileDespertó. La revuelta propiciada por una protesta estudiantil ante la suba del boleto, se propagó por todo el país cuestionando las estructuras aún vigentes de la dictadura de Pinochet. Como bien se gritaba en las calles, no eran los 30 pesos, sino 30 años de agobio, y el pueblo chileno dijo basta.
La juventud no pide, exige.
La revancha de la derecha no se hizo esperar e inició un golpe de Estado en el bastión del proceso de cambio más profundo de nuestro continente. Luego de las elecciones, Evo Morales sufría un golpe “blando” encubierto por los organismos internacionales, de mano de la derecha más rancia de su país.
Durante el mismo mes de octubre, en nuestro país tenía lugar la contienda electoral que dejaba fuera a Mauricio Macri del sillón presidencial y la fórmula Fernández-Fernández ganaba las elecciones abriendo así una nueva etapa.
Es en este nuevo contexto regional y nacional que nos proponemos este debate.
Reinventar ATE en el marco de este nuevo movimiento político, sindical, social y cultural del Siglo XXI, con nuevas discusiones acerca del Estado y su rol, es pensar la historia reciente de nuestra organización, su estructura, la representación y el modelo sindical, y también cómo construimos poder popular desde la clase trabajadora. Sabiendo que en esa construcción, las disputas con otros modelos, la polifonía de voces en tensión y la apertura a las nuevas agendas, nos obligan a re-discutir para reinventar ATE para la etapa que viene, y sin lugar a dudas nos enriquece.
Las nuevas (o viejas) discusiones se abren para que podamos debatir este escenario. Revisar las rupturas y continuidades de las prácticas políticas de la juventud es un desafío imprescindible para discutir el Estado, las políticas públicas, el poder, y la forma de construcción del mismo.